¿Sabían que a Picasso, de chico, le costaba aprender matemáticas porque solía confundir los números con formas? Si no me creen busquen en el libro "Picasso, Retrato del Artista Joven" de Norman Mailer. ¿Y que el gran escritor Jonh Berger confiaba más en la palabra colaboración que creación, porque jamás un artista construye su obra sin ninguna influencia?¿Y que si sabemos graficar la letra Y podemos dibujar un árbol, como sotenía Bruno Munari? Todos estos asuntos los fuimos descubriendo entre jitanjáforas, trabalenguas y coplas, custodiados por la magia del kamishibay.
¿Qué otra cosa podríamos desear?
Gracias a las chicas y chicos, a las familias que también estuvieron presentes Ceci Scarp y a las maestras y maestros por haberme invitado a construir un momento poético.
¡Hasta la próxima!
No hay comentarios:
Publicar un comentario